Esparta

Esparta fue la polis más poderosa de Grecia. Estaba gobernada por una diarquía, es decir, dos monarcas pertenecientes a dos familias aristocráticas distintas. Con el tiempo, estos monarcas fueron perdiendo su autoridad.

 

Las labores de gobierno pasaron a la Gerusia, un consejo de ancianos de las familias más poderosas. También, existía una asamblea o Apella, en la que participaban todos los ciudadanos y tenía un carácter consultivo. Las decisiones eran tomadas por los éforos, cinco magistrados que tenían amplios poderes políticos, militares y judiciales.

 

Esparta basaba su organización social en la disciplina y el total compromiso con la polis. La fuerza de su ejército era fundamental, al igual que su dominio de grandes zonas de la península del Peloponeso.

La sociedad espartana

La sociedad estaba encabezada por los espartíatas, pertenecientes a la casta de los homoioi (iguales). Esta minoría masculina, que cumplía con las responsabilidades de la vida militar, eran ciudadanos.

 

Los ilotas o esclavos, eran trabajadores agrícolas que pertenecían al Estado, correspondían a la mayoría de la población.

 

Los periecos correspondían a la población libre, pero sin derechos políticos. A pesar de esto, tenían obligaciones militares y debían pagar impuestos.