Durante su gobierno en el s.V a.C., Atenas vivió su siglo de oro, en el cual se consolida por completo la democracia.
La mujer
En Atenas, tanto las mujeres libres como las esclavas no tenían derechos políticos.
La mujer vivía en el gineceo, habitaciones de la casa reservadas para ella, de las que apenas salían, excepto si debían asistir a alguna fiesta religiosa.
Las jóvenes recibían de alguna criada o familiar femenino, una educación centrada en las ocupaciones domésticas como la cocina y bases de lectura, cálculo y música.
Las mujeres adineradas se dedicaban a cuidar el hogar, mientras las de sectores más pobres, trabajaban en el comercio o como nodrizas o comadronas.
Los esclavos
Ser esclavo significaba ser propiedad del amo, como animales o muebles. Sus matrimonios no eran legales y sus hijos al nacer, adquirían también, la condición de esclavos.
Los esclavos eran fundamentales para el funcionamiento de la economía y de la sociedad ateniense, debido a las importantes y diversas actividades que desempeñaban.
Los esclavos que trabajaban en las casas, en general, recibían un buen trato, sin embargo, los que se dedicaban a actividades agrícolas o a la minería tenían una vida más dura.
Los extranjeros.
Debido a la gran actividad marítima de Grecia y el activo comercio a través del Mediterráneo, se desarrolló un gran flujo de personas de una polis a otra.
Los extranjeros o metecos eran hombres libres, pero sin derechos políticos. Se dedicaban principalmente al comercio y a las actividades productivas como la textilería. Tenían las mismas obligaciones económicas uq un cuidadano, además debían pagar un impuesto especial llamado metoikon. Podían participar del ejército, comprar muebles y esclavos, pero no se les permitía adquirir casas ni tierras.